viernes, 7 de febrero de 2014

ELOGIO DEL DILETANTE

Diletante es el ser creativo capaz de sostener la tensión, y a veces la angustia, de la indefinición y de la falta de personalidad social. Al diletante, (para ser diletante), lo mismo le da ser nada que ser dos cosas o más al mismo tiempo, pues lo que le caracterizará será el deber de afrontar las preguntas acerca de qué es, o a qué se dedica. No albergo mala opinión sobre la sociedad. Desde la teoría de Lévi-Strauss según la cual aquella nace de la renuncia de la familia al "incesto", entendiéndose éste en su acepción más amplia de poder o hegemonía, hasta las posiciones de la sociobiología sobre el altruismo que constituiría la base de la vida social, por analogía con la que existe en la naturaleza representada por la casta de insectos estériles que cuidan de la prole de sus hermanos fértiles, me merecen profundo respeto las estructuras y pautas sociales que permiten que la evolución del hombre sea más acelerada y a veces intensa como en siglo XIX , pero no siempre acepto sus jerarquías. El diletante escapa a todas ellas, a las clasificaciones y osificaciones, pero no a la necesidad de afrontar la mayor de las tensiones, (de las que otros escapan ganando una cátedra para sustraerse a cualquier duda relacionada con su status social): La que consiste en que los demás no sepan qué es, y a veces ni el mismo. El diletante vive en continuo estado creativo y de metamorfosis al estar abocado a dar respuestas convincentes y representativas de un mundo que permanece invisible para los demás. El diletante es el verdadero artista de la vida. Ni que decir tiene que son para mí las aportaciones más interesantes al mundo del arte y del pensamiento, e incluso al de la ciencia, y al del espíritu, aquellas de los que nunca han perdido su renovador espíritu de diletantes, a pesar de la inquietud profunda que ello pueda conllevar.