miércoles, 24 de julio de 2013

NOSTALGIA DE LOS MOCASINES BLANCOS DESDE YOKNAPATAWHA

Primero sucedió con las noches: estaban llenas de encanto y de transgresiones, y luego se convirtieron en caras y masificadas; luego pasó con los veranos: estaban llenos de encanto, de largos viajes en tren y de mocasines blancos, y luego se transformaron en caros y masificados, si no bajo la "abominación de la chancla". (Más inflexibles se mostrarán los estetas contra ella, que los moralistas contra Sodoma y Gomorra...)
Mejor quedarse en Madrid para recoger el oro de su luz con el que hacer frente a las necesidades. Y eso que os estoy escribiendo desde el YOKNAPATAWHA de aquel autor genial.

sábado, 13 de julio de 2013

LA FE EN LA GENIALIDAD

La fe en la genialidad no era otra cosa que un estado del arte en el que todavía no existían intermediarios entre el artista y su público.

martes, 2 de julio de 2013

LA ABOMINACIÓN DE LA "CHANCLA"

Recuerdo que cuando yo era niña las mujeres sabían andar muy bien. Ahora sin embargo oigo el arrastrar de las chanclas con desagrado.
En caso de usar chanclas habría que saber deslizarse y no arrastrarse por los centros comerciales, por los museos, por los espacios públicos que comparten todos los ciudadanos, cada uno de los cuales tiene derecho a conservar sus apetencias estéticas y a no ser perturbado. ¿O es que acaso una democracia ha de ser una de las formas que adopta resignación?
Por mi parte asisto con disgusto al reinado de la chancla, y observo que quienes abusan de ella, imitando de manera tan fiel a los palmípedos, en muchas ocasiones hacen gesto de afectada indiferencia, de fingido desprecio hacia sus semejantes.
Tampoco soy partidaria de los tacones altísimos que obligan a andar dando tropezones.
¿Es que ha olvidado esta humanidad que entre las chanclas y los tacones inalcanzables existe toda una gama exquisita de posibilidades: el medio tacón, aquellos inolvidables mocasines, las playeras blanquísimas?