Un libro de poesía de lo que verdaderamente habla y trata es de la propia poesía; pues es el "libro en pie", un nuevo ser vivo que se levanta y un compañero de viaje para el ser humano.
Y a esto último también procuro dotarlo de tanta realidad que hasta empleo como sala de lectura para los libros de poesía los vagones de los trenes de cercanías de la Comunidad de Madrid durante algunos de sus itinerarios, los cuales a veces son muy bellos e interesantes, como el de Chamartín-Príncipe Pío desde Atocha, ya que de la estación de Pitis hasta la de Las Rozas, atraviesa una zona amplísima adehesada con muchas encinas y ciervos.
Ayer tuve la suerte de poder leer el último libro publicado por Pureza Canelo, que acaba de ser editado en PRE-TEXTOS, POESÍA, del cual ahora cito:"Son los vivos los que renuncian; los que no viven y están en otro huerto me han dictado este llanto conjunto. La poesía se cuela por lugares extraños. Arbustos de miseria han ofrecido a las palabras que se queden con ellos y hacer del recinto lo sagrado. Ahí".
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