domingo, 6 de diciembre de 2020

LA POESÍA DE LA INQUIETUD DE CARMEN DIAZ MARGARIT, por María Antonia Ortega

EL SUEÑO DE LA SALAMANDRA LIBRO I Este libro aborda a través de los niños y sobre ellos (como el cauce y a la vez el caudal de un rio)el tema terrible de la belleza y la inocencia profanadas, y la humillación que todo ello supone: la humillación en definitiva a la divinidad. Cuando además debajo de todo esto late la más sobrecogedora de las preguntas que podamos hacer: ¿Por qué? Se sumerge su autora, pero con los ojos abiertos dentro del agua, pues así es su poesía, como la de un nasciturus bañándose en el líquido amniótico de la conciencia universal; y dentro además de la conciencia existencial y reconocimiento de la frontera (tan fácil de traspasar pues quizá se encuentre en el subconsciente) entre mentira y secreto, entre dicha y sumisión. Es por ese motivo la transgresión que se convierte en la más terrible y aterrorizadora: quizá porque ni siquiera se sabe que se ha cometido. Esta poesía es amenidad, oblea, puro acontecer, pero cuyo argumento se desarrolla siempre en perpetuo presente, casi instantaneidad. El Sueño de la Salamandra escoge a la salamandra, animal fabuloso, como uno de los más acertados símbolos de lo fragmentario, lo que además convierte a este libro en maldito/bendito, porque a la vez significa pérdida y restitución. Es un testimonio de supervivencia, y también un alegato contra las formas a través de las cuales se mancilla la pureza de los niños y se les causa daño irreparable, porque asociaran para siempre dolor y placer confundiendo lo uno con lo otro. Pero la salamandra es también la más bella metáfora de la fragmentariedad, ya que es capaz de volver a reproducir la totalidad, ( y qué otra cosa distinta que la totalidad intacta puede ser la pureza), a través del aro de fuego, en cada uno de los fragmentos de azogue, pues un espejo roto tiene el mérito de convertirse en muchos espejos. Se trata de un collar de diseño extremadamente original con los trozos de cristal de un espejo con forma de salamandra inmortal. LIBRO II Es un libro breve pero grande, como deberían serlo todos los libros de auténtica poesía. Un bello poema de amor único y unitario, con mucho vuelo y bellas metáforas en las que se consiguen asombrosas y atrayentes simbiosis, como por ejemplo del Beato de Liébana con el Op-Art. Pero como la poesía de Carmen Diaz Margarit tiene siempre el mérito de ser inquietante, acecha en ella la inquietud de la posibilidad de la ausencia del ser amado, y el interrogante acerca de qué soledad podría ser mayor: la de antes de conocer el amor, o la de después de haberlo hecho. La inquietud llevada hasta este extremo es una de las formas más sugerentes a través de las cuales puede manifestarse la poesía.

domingo, 1 de marzo de 2020

LECTURA DE CAZZOAS DE JOSÉ ELGARRESTA POR MARÍA ANTONIA ORTEGA

El riesgo de la libertad es el acto puro de existencia; y el más determinante e importante de todos es el de la elección entre el bien y el mal. Y en este sentido Cazzoas desentraña el misterio de la existencia del mal como una consecuencia de nuestra libertad, ya que si no existiera el mal no tendríamos la posibilidad de escoger entre él y el bien.
El error, consecuencia de una decisión equivocada, sería también efecto de nuestra libertad. Y para Cazzoas es preferible errar eternamente que no haber sido libre: Si no hubiera sido libre no habría podido equivocarse, y tal vez no hubiera existido sino que habría vivido durmiendo y no soñando, como tal vez sucede a no pocos seres humanos que por temor al esfuerzo que implican las decisiones personales no se atreven a ser libres y sucumben a dogmatismos. Recordemos lo que pone en boca de unos personajes Dostoievski en Los Hermanos Karamazov, cuando aborda la figura del Gran Inquisidor de Sevilla: que crucifican a Cristo todos aquellos que reprochan a Dios que les haya creado libres y exigido tomar decisiones tan importantes como la de la elección entre el bien y el mal.
Pues Cazzoas agradece esta responsabilidad, y arrostra la libertad y la tradición de los griegos unida a ella. La libertad humana es un destino que los propios dioses han querido poner muy por encima de ellos mismos, quizá porque les subordina a un diálogo ininterrumpido con los hombres. Los dioses lo son porque prefieren ser amados a obedecidos. Y lo mismo les sucede a los poetas, cuya tarea es si cabe más divina que literaria.
Hay quienes prefieren ser libres solamente una vez y no más veces, y sienten que de esta forma lo son más: Pues distintos son aquellos, aunque no exentos de mérito sino todo lo contrario, que han preferido ejercer sus libertad ¡pero solamente una vez! mediante el voto de obediencia, para que no les dejen nunca apartarse de la bondad y la belleza; así las órdenes contemplativas.
Nuestro poeta Cazzoas, (alter ego de José Elgarresta, cuyos poemas son reproducidos, igual que sus textos de prosa intensa, en versión española y en parte también en traducción a la lengua inglesa, doble y admirable esfuerzo de José Elgarresta, su descubridor sin duda alguna dentro de sí mismo y de su memoria genética y mundial, de su memoria inmemorial si cabe), Cazzoas a caballo entre los siglos XIX y XX, (qué buenos jinetes sobre el tiempo los de aquella época), perteneció a una familia acomodada griega, y afrontó el riesgo de ser tenido por un traidor a la misma, y el de defraudarla, por no estar dispuesto a contribuir al incremento de bienes materiales, sino al retorno de la filosofía y las ideas, de la capacidad de reflexión, y del desarrollo de una vida interior más allá del recuento de hematíes y leucocitos; al regreso a la convivencia y diálogo con los dioses y los hombres de su tiempo, como hizo Platón, y al monólogo con uno mismo durante largos ratos de meditación; es decir al retorno a Grecia y a su inocencia. Y existe una teoría sobre la filosofía griega según la cual, cuando los griegos conocieron la embriaguez que provocaba el vino, quisieron transformarla en mental y espiritual a través de la filosofía.
La poesía "cazzoasiana" es ejemplo de nitidez, donde el conocimiento liberador confiere más intensidad y empuje a la vida, porque además la implica completamente con sus preguntas. Aquí las primitivas preguntas no solamente se convertirán en respuestas, sino que las respuestas volverán a transformarse en preguntas.
El tiempo desgarra al ser humano estirándole como la masa, pero también tensándole como el arco mientras dura. Mas el amor es el instante eterno fuera del tiempo, o dentro de él, pero en su orilla, viéndolo pasar.
Aporta además esta poesía la concepción novedosa de un posible y verosímil panteísmo humano: llegar a sentirnos parte de un sólo ser humano, presente, pasado o futuro, a través del cual siempre podremos vivir y sentirnos representados, formando parte de él como Cazzoas en José Elgarresta, y José Elgarresta en Cazzoas. No otra cosa que puro panteísmo humano es la relación entre escritor y lector.
Por último se nos transmite en este libro que es misión de los poetas conseguir que los seres humanos consigan verse reflejados unos en otros, para que sean capaces de sentir entre ellos lo mismo que por la naturaleza un amor puro y desinteresado, sin deseo, puro éxtasis.

sábado, 6 de julio de 2019

DE LAS CHANCLAS

Siempre le irritaba oír arrastrar los pies, y sobre todo el ruido de las chanclas; quizá porque había sido educada de una manera muy estricta, y le habían prohibido arrastrar los pies. Y la educación siempre se fundamenta, sea la que sea, en tomar en consideración a los demás; con lo que el ruido de las chanclas no le parecía solamente una molestia sino también un insulto.
Sin embargo aquel día, en el que un accidente imprevisto en una calle solitaria la dejó abandonada en estado de indefensión, con un tobillo torcido, el fémur roto, y pérdida de conocimiento, cuando volvió en sí recuperando la conciencia, despertada por el ruido de unas chanclas, sintió la esperanza de poder ser salvada por otro ser humano; y entonces no le disgustó oír arrastrar los pies en medio de la nada.

domingo, 4 de marzo de 2018

1898-2018

Me encuentro estos días con el libro entre mis manos de Manuel Tuñón de Lara titulado España: la quiebra de 1898, editado en 1986, dentro de la BIBLIOTECA DE LA HISTORIA DE ESPAÑA, habiendo encontrado yo el ejemplar del que ahora disfruto en la Cuesta de Moyano, a salvo (por lo menos de momento) de las imposiciones de los intereses y de las técnicas de mercado; y en donde la búsqueda de un libro puede todavía equipararse a la de encontrar un tesoro escondido.
Nuestro libro lleva como subtítulo: Costa y Unamuno, en la crisis de fin de siglo.
¿Podría equipararse 2018 a 1898, después de la situación originada por el problema catalán que afecta al solar del Estado Español?
¿La crisis de la Restauración es extrapolable a la Transición?
No puede negarse la existencia de un paralelismo, pero tampoco puede dejar de dudarse sobre la similitud entre ambos periodos; si bien la misma perspectiva que nos sobra para enjuiciar el primero nos falta para acercarnos al segundo.
Según mi opinión, si pudo hablarse en su día de crisis auténtica de la Restauración, no es acertado referirse todavía a una crisis de la Transición, sino sólo a la conveniencia de hacer una crítica a ser posible constructiva de la segunda; es decir, darle auténtica perspectiva como consecuencia del ejercicio reflexivo.
Una diferencia importante entre ambos periodos de nuestra Historia radica en que el pueblo español ha conseguido alcanzar un nivel de cultura, en su conjunto, muy superior al de 1898, lo cual le permite expresarse por su propia iniciativa, sin liderazgo político, de manera pacífica y eficaz, como ha demostrado estos días a través del movimiento denominado Tabarnia, de el protagonizado por la Sociedad Civil Catalana, o de las iniciativas promovidas por padres de víctimas de graves delitos. Pues si hace un siglo el pueblo sólo se podía manifestar mediante actividades revolucionarias, ahora puede conseguirlo a través de actividades "evolucionarias".
Otra cuestión importante es que la monarquía de última generación, representada por el rey actual, se muestra más capaz de defender los intereses del Estado y del pueblo. Puede concluirse con que, por paradoja, una de las instituciones más modernizadas actualmente sea la monarquía, a diferencia de lo que sucedía en aquella época pretérita. Por el contrario, la crisis que padecen hoy algunos partidos de la izquierda consiste precisamente en que adolecen de cierto arcaísmo involutivo, al que deberían hacer frente con el fin de no perder electores.
Cierto es que, a diferencia de lo que sucedía en 1898, se echa de menos en 2018 la influencia en la vida pública de intelectuales de la categoría de Joaquin Costa, Miguel de Unamuno, Blasco Ibáñez, Pérez Galdós, Azorín. Aunque puede ser que existan, pero sin que sea advertida su presencia en toda la sociedad, por ser neutralizada por los grupos de interés.
La última diferencia entre 1898 y 2018 es que ya formamos parte sustancial de Europa, lo que nos tranquiliza.

sábado, 24 de febrero de 2018

AUTOSTOP

AUTOESTOP me resulta un título conveniente para abrir en este blog un espacio de reflexión literaria sobre libros publicados.

jueves, 9 de noviembre de 2017

INVOCACIÓN

Si alguna vez la tentación tuvieses de ver el mundo quizá como verdaderamente es, viejo, decrépito, glotón, egoísta, alégrate porque una vez creíste que era joven, entusiasta, bello, original, creativo, y pusiste tu esperanza en él. No importa.
A veces aventaja a los demás no sólo el que se equivoca, sino él que además está dispuesto a asumir las consecuencias de su sueño frustrado, la soledad, la pobreza, la oscuridad; y mantiene para siempre su vieja rebeldía.
¡Espíritu de Verdad! Yo te invoco, como antes el amor, la libertad, la amistad, porque solamente tú puedes reunirme con mis verdaderos hermanos, y darme a conocer a mi auténtica familia.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

LA POESÍA

¡Amigos poetas, que tenéis el poder sobre la palabra, no viváis sólo para que os echen algunas migajas!
La poesía es más importante que dar la vida: es devolverla.
No busquéis gustar a muchos, sino sólo ser reconocidos por algunos.
Oculta la verdad, todavía resplandece mucho más.


Tres características son esenciales a la poesía y a los poetas:
La conciencia de la igualdad. Y en este mismo sentido, no es la primera vez que digo que un rasgo distintivo del poeta ha de consistir en que, desde su mismo nacimiento, habrá de ver a los demás como si tuvieran la misma edad y perteneciesen a la misma clase social.
Además la poesía deberá de ser escrita y responder a un estado de necesidad, y casi de menesterosidad. Aunque el poeta vaya vestido de Guzzi, y descanse en palacio, en una cama bajo dosel, no por ello paseará menos vestido de harapos entre los demás, ni dejará de dormir al raso.
Por último, la poesía es lo más irreductible del espíritu; y es a éste lo que el núcleo del átomo a la materia.


¿Qué sucedería si, por ejemplo Baudelaire, o Antonio Machado, fuesen nuestros contemporáneos? Quizá dentro del mundo literario fueran tratados con fingido desprecio, por ser demasiado originales o profundos, escribir demasiado bien, o no aburrir lo suficiente.